sábado, 28 de septiembre de 2013

#STOPRepresion Escalada represiva contra el Campamento Dignidad.



Quieren acallar uno de los movimientos más combativos y reivindicativos de Extremadura. En pocos días llegan numerosas denuncias tanto por vía administrativa como penal contra diez miembros del Campamento Dignidad de Mérida
Ante las crecientes protestas del Campamento Dignidad las autoridades están siguiendo la misma técnica que contra el SAT andaluz, intentar parar las protestas a base de represión. Una vez que han fallado las tácticas de cooptación del movimiento o de compra de algunos de sus miembros y viendo que la capacidad de lucha no sólo decae sino que va en aumento, han pasado a la pura represión. Ya se habían abierto algunos procedimientos sancionadores, algunos de los cuales han quedado en nada por lo absurdo y descabellado de las acusaciones realizadas. Pero lo sucedido los últimos días ha supuesto un salto cualitativo y cuantitativo pues en apenas dos días de diferencia se han comunicado la apertura de varios procedimientos sancionadores e incluso penales de las personas más significadas en la lucha del Campamento Dignidad de Mérida.
El portavoz del Campamento Dignidad de Mérida, Manuel Cañada, denuncia que el colectivo sufre una campaña de "represión y persecución" por parte de los gobiernos del PP, y asegura que diez de sus miembros han recibido multas por un importe de más de 8.200 euros. Explica que las multas las han puesto la Delegación del Gobierno en Extremadura y los ejecutivos municipales del PP, y asevera que con ellas se persigue "aplastar la lucha" por la renta básica y los derechos sociales.
"Quieren penalizar el que la gente se organice, se mueva y salga a la calle a base de meternos miedo y de multas", indica Cañada, quien adelanta que "no lo van a conseguir" y los campamentos resistirán el "embate represivo de la Delegación del Gobierno". Así, detalla que las multas recibidas son por la acampada que hizo este grupo, al reparto de octavillas y a protestas con motivo del Día de Extremadura o los Premios Ceres.
Algunos miembros de la acampada han recibido hasta cuatro multas y el colectivo también ha sido denunciado en cuatro ocasiones por la ocupación de la urbanización paralizada de "Los Álamos", ubicada en la barriada de El Prado de Mérida.
Ante esta situación, emplaza a la ciudadanía a participar junto a ellos en un acto de protesta el próximo 23 de octubre, día en el que están citados en los juzgados.
Gran parte de los procedimientos abiertos se basan en la acusación ya conocida y mil veces utilizada contra los movimientos sociales: la supuesta alteración del orden público, pero realizada de una manera genérica y sin concretar ni demostrar en que ha consistido tal alteración, vulnerando el derecho fundamental a la presunción de inocencia. Y aún más descabellada es la acusación a varias personas por apropiación indebida, algo inaudito tanto por cuestiones de lógica como por cuestiones jurídicas.
Está claro que quieren meter miedo y acabar con el Campamento Dignidad pero como dice este movimiento citando a Marcelino Camacho: ¡ni nos domaron, ni nos doblaron, ni nos van a domesticar!


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