Juliana y Antonio, de 55 y 58 años, se han sumado esta noche a la pernoctación en la puerta de la lujosa Urbanización de chalés Los Altos de la Cañada, donde vive el presidente de la Junta de Extremadura, José Antonio Monago Terraza.
Tanto ellos como Isabel Rodríguez, que permanece allí desde hace ya tres días, son familias afectadas por los desahucios de vivienda. Isabel es madre de dos hijos de 13 y 12 años, ha sido víctima de violencia de género y en este momento no tiene ningún tipo de ingreso. Su desahucio se consumó ayer.
La nueva familia que se incorpora a la protesta está compuesta por 6 miembros. Juliana y Antonio son una pareja que ha trabajado toda la vida en el campo como jornaleros. Antonio ha sido durante muchos años tractorista y ha realizado todo tipo de faenas agrícolas. Son naturales de La Roca de la Sierra y se trasladaron a Montijo hace unos años. Tras el desahucio, la familia ha tenido que repartirse. Un hijo de 20 años ha sido recogido por los padres de su novia. Una hija de 25 años, junto con su bebé de 6 meses, ha sido recogida por los abuelos en La Roca de la Sierra; allí, madre e hija, tienen que dormir en el comedor.
Por último, Juliana, Antonio y un hijo de 18 años se ha instalado en el trastero comunitario del bloque de donde han sido desahuciados. El piso donde vivían es de alquiler privado. Pagaban 320 euros pero desde hace unos meses no podían hacer frente a los recibos. Los únicos ingresos que tenía Antonio eran los 426 euros del subsido y, cuando se le terminó, la renta básica de inserción que la Junta de Extremadura dejó de abonarles en el mes de octubre. La hija, madre soltera, también ha solicitado la renta básica de inserción pero la Junta de Extremadura tampoco se la paga. Justamente es en ese mismo mes de octubre, el día 13, cuando la familia es desalojada del domicilio.
Donde viven ahora, en el trastero comunitario, las ratas se pasean como por su casa. Ahuyentarlas o matarlas es una de las tareas que tiene el perro de la casa. No tienen agua y van a por ella a la fuente de la plaza de Montijo. Juliana, con un nudo en la garganta, cuenta que "hace tres meses que no nos duchamos, no tenemos dónde". Se asean en los servicios del Ayuntamiento. Para colmo, Juliana está enferma de asma y no tiene dinero siquiera para pagarse las medicinas.
Ésta es la recuperación de Rajoy. Éste es el milagro económico de Monago. Miles de familias obreras, desahuciadas de sus casas, hundidas en la miseria, tratadas como criminales. Algún día pagarán por todo el sufrimiento que están induciendo. Algún día se sentarán en un banquillo para responder por sus delitos contra el pueblo, por provocar hambre y enfermedades a millones de personas.
¡Exigimos solución para las familias de Isabel y Juliana!¡La vivienda es un derecho! ¡Ni un desahucio más!
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