Caminando de vuelta a casa, en un bar
cercano al Teatro Romano de Mérida, donde habíamos estado todos los
compañeros de #marchadignidad, una mujer me preguntó que si me hacía
falta la bandera que llevaba porque a su
padre le haría mucha ilusión tenerla. Nos acercamos al hombre y nos
contó que había sido combatiente comunista, que luchó por SU República y
que, tras la Guerra, había pasado 8 años en prisión. Estaba muy
emocionado contándonos esto y, además, nos dio las gracias, nos deseó
salud ánimo y suerte en la lucha.
Le di mi bandera.
SALUD
Samara Ibarra Bernal
Grande Samara
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