“La caridad es humillante porque se ejerce verticalmente
y desde
arriba; la solidaridad es horizontal e implica respeto mutuo”.
Eduardo Galeano
Mañana, viernes 22 de
noviembre, a las 10:30 de la mañana realizaremos un reparto de alimentos a familias de Mérida y Almendralejo. Para
nosotros, es un paso más en la consolidación de los Campamentos Dignidad como una red de solidaridad obrera y popular.
Desde su nacimiento ante las
oficinas de empleo, los Campamentos Dignidad funcionaron como un banco de
alimentos espontáneo, nutriéndose de la solidaridad de miles de extremeños y
repartiendo la comida entre los barrios y familias más necesitadas. Ahora ha
nacido, ya de una forma más sistemática, LA
DESPENSA DE LOS CAMPAMENTO DIGNIDAD, que quiere ser un nudo de la red de
resistencia, lucha y autodefensa frente a los abusos del sistema y la situación
de emergencia social.
En el mes de octubre repartimos alimentos a 45 familias y en el mes de noviembre
el número de familias asciende ya a 176. La Despensa del Campamento
Dignidad aparece con vocación de erradicar la caridad humillante, porque ésta
no solo no es la solución sino que forma parte del problema. En lugar de la
caridad, apostamos por la auto-ayuda, la solidaridad y la fraternidad. Por eso,
la despensa es gestionada directamente, por quienes sufren directamente la
necesidad, por quienes han sido desposeídos de lo más elemental.
El reparto de alimentos correspondiente al mes de octubre lo hicimos en
la puerta del SEXPE. De ese modo, poníamos de manifiesto que no queremos
bolsas de alimentos, sino trabajo. Son ellos, los políticos que nos gobiernan
quienes nos niegan el trabajo y la renta básica, quienes nos arrastran a
repartir alimentos. Y por eso, este segundo
reparto, el de noviembre, queremos hacerlo frente al Parlamento de Extremadura.
Queremos que sean ellos los que sientan
la vergüenza de conducir a su pueblo a la miseria. Queremos que también la
vergüenza cambie de bando.
En el mes de octubre, según los
datos oficiales de REDABAL, han sido 65.779
extremeños los beneficiarios del plan de ayuda alimentaria, los acogidos a los Bancos de Alimentos del FEGA. No
es descabellado pensar que cerca de 100.000 personas de Extremadura han de
recurrir en este momento a la ayuda pública o social para acceder a los
alimentos básicos. Y ante esta catástrofe social nos encontramos a unos
políticos que andan enredando y regateando la Renta Básica a miles de personas,
anunciando con sinvergonzonería que antes de final de año sólo pagarán a 200
familias. Unos gobernantes a los que no tiembla el pulso en gastarse 600.000
euros en los Premios Ceres, 200.000 en subvencionar a las Cámaras de Comercio o
98.000 en promocionar la fiesta taurina, mientras sólo aportan a los Bancos de
Alimentos de Badajoz y Cáceres la miserable cantidad de 90.000 euros (proyecto
de presupuestos de Extremadura para el 2014).
MAÑANA, A LAS 10:30, FRENTE AL PARLAMENTO: QUE LA VERGÜENZA LA SIENTAN
ELLOS
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