Javier Mestre
Rebelión
Ya era hora de que alguien se ocupara de llevar un poquito de verdad a
la televisión y salvarla de sí misma por un rato. El Campamento Dignidad
de Mérida se ocupa últimamente de hacer muchas cosas urgentes e
irrumpió ayer en el parte propagandístico regional de las dos de la
tarde para leer un manifiesto en directo y que todo el mundo viera a la
gente que lucha. Han hecho visible por un instante, a pesar de los
lamentos hipócritas de los profesionales del engaño, la disociación
enfermiza entre el discurso triunfalista de la emisión catódica de cada
día y la realidad de una Extremadura martirizada, con una tasa de paro
de escándalo, donde el hambre llama a la puerta de millares de familias.
Un trastorno disociativo que afecta directamente al gobierno regional,
que aprueba leyes que prometen un poco de dinero para las familias en
situación de extrema necesidad y luego inventa todo tipo de subterfugios
burocráticos para impedir que la gente cobre. Los activistas del
Campamento Dignidad han tomado pacíficamente la tele para decir que los
parados no pueden alimentarse de titulares. Ahora, los periodistas que
viven de lamer todos los días el culo del poder van diciendo que se ha
interrumpido un servicio público esencial y se ha escuchado la
correspondiente retahíla de condenas .
¡Por Dios, ya era
hora de que alguien pusiera las cosas en su sitio para impedir que
acaben volviéndonos locos a nosotros también!
Noticia relacionada: Detienen a 19 personas por interrumpir el informativo de TVE en Extremadura http://vozpopuli.com/economia-y-finanzas/38731-detienen-a-19-personas-por-interrumpir-el-informativo-de-tve-en-extremadura
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