En la mañana del hoy, 28 de diciembre, los Campamentos
Dignidad de toda Extremadura, tras nuestra reunión en la Concatedral de Santa
María donde están encerrados los compañeros de Mérida, decidimos realizar una
visita a la casa del señor Manuel Amigo, antiguo cargo público del PSOE en el
gobierno del señor Rodríguez Ibarra y actual consejero de Iberdrola.
Desde el Campamento Dignidad entendemos que la dramática situación extremeña, región situada por encima de la media en todos los indicadores de pobreza del país, incluidas las tasas de pobreza infantil y malnutrición y siendo la Comunidad Autónoma con los salarios más bajos, tiene responsables directos, y estos tienen nombre, cara y han tenido carné de algún partido político.
En esta situación, la descomunal tasa de desempleo, 170.000 en nuestra región, la bajada de los salarios y de su poder adquisitivo se unen a las continuas subidas en las facturas de los suministros básicos (un 80% la luz en la última década) para provocar, según la propia Cruz Roja, que un 10% de hogares, 4 millones de personas, sufran pobreza energética en nuestro país. Familias que no pueden mantener sus hogares en invierno a solo 18 grados, mínimo establecido por la Organización Mundial de la Salud. Y es que la pobreza energética provoca entre 2300 y 9300 muertes prematuras en invierno, entre dos y siete veces más que los accidentes de tráfico, ya que afecta gravemente a la salud mental y física de quienes la padecen.
Mientras tanto, el Presidente Gobierno de Extremadura, el señor Monago, sigue sin contestar a nuestras peticiones de entrevista. Ayer presentamos en Presidencia una carta, en la que además de pedir que se prohiban los cortes de suministros de agua, luz y gas a quienes no puedan afrontar las facturas, le recordábamos nuestra petición de reunirnos con él. Por si fuera poco, hoy el Gobierno del Partido Popular aprueba otra subida del 2.3% para la luz.
El señor Manuel Amigo comenzó siendo Consejero de Economía, Hacienda o Trabajo, después presidente de la patronal extremeña y ahora consejero de Iberdorla. Mientras las compañías eléctricas facturaron 42.000 millones de euros el año pasado, nos siguen queriendo apretar más el cinturón, subiéndonos la luz para aumentar ellos sus beneficios. Es el sistema de puerta giratoria el que impide que desde el Gobierno se tomen medidas que vayan contra los intereses de las grandes empresas. Y eso lo estamos pagando la gente trabajadora de este país.
Nuestra visita de hoy tenía dos intenciones. La primera, señalar a uno de los culpables de esta situación de emergencia social, y la segunda que esa casta política que nos gobierna, y que pertenece a una minoría de privilegiados que viven a costa del trabajo ajeno, deje de mirarse el ombligo y sienta una pizca del miedo que decenas de miles de extremeños sienten a perder su casa, su empleo, la comida e incluso el agua y la luz por culpa de sus medidas clasistas. Quienes realizan los recortes no forman parte de la gente que los sufre.
Desde el Campamento Dignidad entendemos que la dramática situación extremeña, región situada por encima de la media en todos los indicadores de pobreza del país, incluidas las tasas de pobreza infantil y malnutrición y siendo la Comunidad Autónoma con los salarios más bajos, tiene responsables directos, y estos tienen nombre, cara y han tenido carné de algún partido político.
En esta situación, la descomunal tasa de desempleo, 170.000 en nuestra región, la bajada de los salarios y de su poder adquisitivo se unen a las continuas subidas en las facturas de los suministros básicos (un 80% la luz en la última década) para provocar, según la propia Cruz Roja, que un 10% de hogares, 4 millones de personas, sufran pobreza energética en nuestro país. Familias que no pueden mantener sus hogares en invierno a solo 18 grados, mínimo establecido por la Organización Mundial de la Salud. Y es que la pobreza energética provoca entre 2300 y 9300 muertes prematuras en invierno, entre dos y siete veces más que los accidentes de tráfico, ya que afecta gravemente a la salud mental y física de quienes la padecen.
Mientras tanto, el Presidente Gobierno de Extremadura, el señor Monago, sigue sin contestar a nuestras peticiones de entrevista. Ayer presentamos en Presidencia una carta, en la que además de pedir que se prohiban los cortes de suministros de agua, luz y gas a quienes no puedan afrontar las facturas, le recordábamos nuestra petición de reunirnos con él. Por si fuera poco, hoy el Gobierno del Partido Popular aprueba otra subida del 2.3% para la luz.
El señor Manuel Amigo comenzó siendo Consejero de Economía, Hacienda o Trabajo, después presidente de la patronal extremeña y ahora consejero de Iberdorla. Mientras las compañías eléctricas facturaron 42.000 millones de euros el año pasado, nos siguen queriendo apretar más el cinturón, subiéndonos la luz para aumentar ellos sus beneficios. Es el sistema de puerta giratoria el que impide que desde el Gobierno se tomen medidas que vayan contra los intereses de las grandes empresas. Y eso lo estamos pagando la gente trabajadora de este país.
Nuestra visita de hoy tenía dos intenciones. La primera, señalar a uno de los culpables de esta situación de emergencia social, y la segunda que esa casta política que nos gobierna, y que pertenece a una minoría de privilegiados que viven a costa del trabajo ajeno, deje de mirarse el ombligo y sienta una pizca del miedo que decenas de miles de extremeños sienten a perder su casa, su empleo, la comida e incluso el agua y la luz por culpa de sus medidas clasistas. Quienes realizan los recortes no forman parte de la gente que los sufre.
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